Hasta algo tan simple como el tubo del rollo de papel higiénico puede tener una utilidad previa al reciclado. Después de ver esta manualidad tendrás que hacer sitio en casa porque no querrás tirar ningún tubo de cartón más!
La realización de este proyecto resulta bien sencilla ya que la idea base es realizar unos dobleces sobre el tubo de cartón para que los laterales queden cerrados resultando una caja con forma de almohada. Sobre los dobleces existen pocas variantes más allá de si queremos chafar el tubo por la mitad (vertical) antes de proceder a cerrar los laterales o no.
Si nos cuesta conseguir un buen resultado sólo con nuestros dedos o si queremos un resultado más apurado y uniforme, podemos marcar el cartón antes de doblarlo. Si no disponemos de las herramientas específicas podemos improvisar!
Una vez tengamos la caja hecha llega el momento de desatar nuestra creatividad y decorar nuestra caja. Para que os inspiréis, hemos preparado un recorrido por los diseños que más nos han gustado:
Empezamos por una solución sencilla pero con la que podemos conseguir un buen resultante. Con papel de regalo y cinta adhesiva podemos envolver nuestras cajas almohada. Si queremos complicar un poco la cosa, podríamos utilizar cola para adherir el papel e incluso utilizar servilletas decoradas como en la técnica del decoupage.
Como vemos, este tipo de cajas nos pueden servir para guardar los obsequios que se entregan en algunas fiestas. La idea de utilizarla para almacenar alimentos, en este caso caramelos, sin envoltorio la dejamos a consideración de cada persona aunque recordamos que la materia base es cartón procedente de tubos de rollos de papel higiénico.
Lo que más nos sorprende es que estas cajas no desentonan ni en las ocasiones más elegante siempre y cuando sepamos escoger la decoración y su posterior presentación. En reuniones y banquetes (de boda, de navidad) resultarán sin duda un tema de conversación y una fuente de alagos.
Y es que dependiendo de nuestra pericia podemos acabar convirtiendo estas cajas almohada procedentes de tubos de rollos de papel higiénico en pequeñas obras de arte pudiendo incluso robar protagonismo al regalo que atesoran.
Por último, si queremos hacerlo más divertido podemos decorar nuestras cajas como si fueran animales como búhos, cerdos, murciélagos, etc..
